Hoy quiero decir las cosas que siento cuando las sienta. Esté sentado con quien esté sentado. Y si estamos acostados ya ni te cuento. Y si cuando se lo digo no le gusta, él o ella verá. Hoy me da lo mismo caer mal o regular. Porque si para caerte bien tengo que ser otra cosa, prepárate para aguantar. Hoy, además, soy menos exigente con los demás. Porque ahora sé lo que cuesta arriesgarse y lo difícil que es acertar. Es curioso, cada vez juzgo menos y cada vez me juzgan más. Pero también soy menos transigente con la falta de inteligencia, de higiene y -sobre todo- de humanidad. Hoy creo que una conversación puede ser sanadora. Y que un silencio fuera de tiempo te puede acabar de condenar. Callarse es cada vez más peligroso. Y negarse a aceptar algo puede ser un principio para encontrar un pedazo de eso que llamamos verdad.
lunes, 28 de marzo de 2016
sábado, 26 de marzo de 2016
En el banco de tus recuerdos
Y me
senté en ese banco que siempre me llevaba a ti. En el mismo banco donde nuestras madres se sentaban al
llevarnos al parque, donde nos sentábamos a tomar la merienda ,donde jugábamos,
donde corríamos. Ese banco que se convirtió en tantas cosas, fue fruto de
nuestra imaginación ,de la creatividad que nos rodeaba, de la inocencia de dos
niños . Ese banco que se transformo en un barco ,en una casa, en una cocina, en
una habitación y mas de una vez en una portería. Nos imaginábamos que las
piedras eran monedas ,que la arena harina , que las flores cualquier producto
de la cocina , nos creíamos capaces de
escapar de una realidad , de vivir a la sombra de los problemas. Sólo éramos
niños. Y crecimos como cualquier niño ,con las ansias de ser mayor y de poder
decidir. Y de este modo todavía al cerrar los ojos puedo sentir el primer beso
que nos dimos ,enfrente la charca ,cerca de nuestro banco. Aún puedo ver tus
ojos mirándome, tu sonrisa ,tus ojuelos, tu diente medio roto. Aún puedo sentirte
cerca. Y a pesar de todo ,aún me rio al pensarlo, aún me rio con cada caricia
que me diste ,con cada chiste ,con cada día que compartimos. Sonrió solo al
imaginarte ,al creer que sigues conmigo ,al pensar que lo nuestro podría ser
eterno , que juntos llevaríamos a nuestros hijos al parque y nos sentaríamos en
este banco, aún creo que puedes venir ,volver a achucharnos como si no hubiese mañana , a besarnos ,a terminar
el paquete de pipas que nunca nos
acabamos. Me gusta pensar que me echas de menos ,que me sigues queriendo ,que
no me has olvidado, porque sería un milagro que yo me olvidase de ti.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)